Hoy presento una práctica dedicada a fortalecer la espalda.
Si se hace con constancia, muy pronto hay buenos resultados.
La respiración debe ser lenta, profunda y muy cómoda.
Hay que empezar a expirar tomando conciencia de la zona más baja del abdomen, y desde ahí sacar el aire, de abajo hacia arriba.
En los ejercicios 2 y 4 la zona lumbar debe estar bien apoyada en el suelo, incluso con un poco de presión.
Buscad unos momentos de tranquilidad y disfrutad de la práctica. Al terminar sentiréis una agradable sensación.